Petróleo que baja, dólar que sube
Petróleo que baja, dólar que sube

Por buen tiempo, el precio del barril de petróleo en el mercado internacional ha oscilado entre los 100 y 115 dólares. En curva descendente, que lo podría ubicar más o menos entre los 70 y 90 dólares, tiende a configurar nuevos equilibrios geoestratégicos, principalmente en la zona del Medio Oriente donde se concentra su mayor explotación. Hay un evidente exceso de oferta -lo que supone lógicamente un debilitamiento de la demanda-, mayor de lo esperado. La consecuencia ha sido el fortalecimiento del dólar.

Países como Arabia Saudí que lidera la producción mundial, lejos de dar aviso que recortará la producción –lo que no le sería favorable- ha anunciado que no tendría otra alternativa que bajar el precio del barril en sus importantes mercados asiáticos, con la finalidad de poder mantener el precio o cuota del mercado. Pero, ¿qué es lo que está pasando? Gran parte de la caída del precio que llegaría hasta un 25% de su propio costo se debería al aumento de la explotación emprendida por Estados Unidos –tecnología por delante-, en las profundidades oceánicas y en las fracturas hidráulicas que le ha llevado a incrementar su producción entre 1.2 millones y 1.4 millones de barriles diarios de los 5.5 millones de producción global y diaria. Washington habría logrado lo que denominan algunos la calidad de productor bisagra. Su astucia en su mayor impacto estaría dejando sin piso y sin mayor margen de influencia a la histórica OPEP, otrora poderosa e influyente organización internacional que desde los años setenta mantuvo hegemonía en la explotación y venta del denominado oro negro. Rusia también empezaría a sentir los estragos de este fenómeno, mientras que Irán busca librarse de las sanciones impuestas (asunto nuclear) para producir hasta 5 millones de barriles de crudo diarios.