Mientras el Gobierno decidirá hoy si prolonga el estado de emergencia, el Congreso de la República realizará esta mañana un Pleno que ha generado mucha polémica. El problema es que esta convocatoria del Legislativo ha sido interpretada como algo contraproducente en esta situación de emergencia nacional. Que se reúna gran cantidad de gente en un recinto cerrado ha generado reacciones de alarma. Ante ello, la bancada del Frente Amplio evalúa acusar constitucionalmente a la Mesa Directiva del Parlamento por atentar contra la salud.

Creemos que no es momento de divisiones y de fricciones. El momento exige no solo unidad sino fundamentalmente apuntar a un objetivo común. Sabemos que el Congreso es un eje de discusión, pero con sabiduría y pragmatismo esto se puede superar. “Si el Parlamento no sesiona, si no instala su Comisión Permanente, no podremos legislar ni tampoco podremos otorgar facultades al Ejecutivo”, dijo el segundo vicepresidente del Legislativo, Guillermo Aliaga. Ante ello, se debe imponer la opción constitucional. En todo caso, queda en mano de los congresistas alguna adecuación legal ante los hechos extremos producto del coronavirus.

Lo ideal es que toda institución sea respetuosa con las medidas ordenadas por el Gobierno y que haya absoluta seriedad. Por lo tanto, no se puede incurrir en excesos que ponga en peligro la emergencia sanitaria.