Pobre Venezuela

Nada envidiable es la situación en que se encuentra Venezuela, no solo por la muerte de su presidente Hugo Chávez, sino desde hace muchos años, desde que por voluntad propia, y en reiteradas elecciones, los ciudadanos entregaron sus destinos a un personaje que hizo lo que quiso y que ahora que ha fallecido, de una enfermedad que ni siquiera se conoce, ha sumido a su país en una tremenda incertidumbre que sin duda alguna durará meses o años.

Para Venezuela hay dos escenarios tras las elecciones que se han anunciado. El primero de ellos es que triunfe el chavismo sin Chávez y quede en el poder Nicolás Maduro. La primera pregunta que surge es si este personaje, que siempre ha sido un segundo, podrá llevar las riendas de un sistema político y económico que se ha basado en el copamiento de todos los poderes públicos y las Fuerzas Armadas; y en el caudillismo del comandante que ya no está.

Si gana el oficialismo, hay que tener en cuenta que el nuevo régimen chavista deberá batallar muy duro para frenar las pugnas internas y los embates opositores, lo que mermará la fuerza que se necesita para tratar de revertir la severa crisis económica, producto del mamarracho populista que se ha venido aplicando en Venezuela y que solo ha servido para que hoy miles lloren en las calles al "benefactor" de boina roja y medallas en el pecho que les regalaba comida, agua y luz eléctrica.

Pero si gana la oposición, Caracas no será un paraíso. Claro, se pondrá fin a una etapa negra en la historia de ese país, pero quien triunfe en los comicios tendrá que desmontar el aparato chavista que desde hace 14 años está enquistado en un Estado paquidérmico. No será nada fácil mandar a su casa a miles de personas que no hacen algo productivo en la burocracia, ni quitarles de la boca la dádiva que "papá gobierno" les da a cambio de nada, para tratar con todo eso de hacer viable a Venezuela.

En este escenario de triunfo de la oposición, el gobierno post Chávez deberá vérselas también con una Fuerza Armada totalmente politizada y rebautizada como "Bolivariana", pues tendrán que pasar varios años hasta que surja una nueva generación de militares que no esté "contaminada" del chavismo y del fanatismo hacia su líder. Atención con los "cuartelazos" y "levantamientos" inspirados en el comandante, que saltó a la fama en 1992 durante un intento de golpe de Estado.

Como vemos, Venezuela la tiene muy complicada para los próximos años, pase lo que pase en las elecciones que deberán llevarse a cabo en breve. Hoy ese país vive en el dolor de muchos por la muerte de Chávez, pero también en la división entre oficialismo y oposición, y entre los bandos internos. Pobre Venezuela, sí, pero no olvidemos que fueron los propios venezolanos los que se la buscaron al llevar y mantener en el poder a un personaje como el que hace dos días los dejó para siempre.