GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Como era de esperarse, la excandidata presidencial Verónika Mendoza aprovechó la toma de parte de la sede principal de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) para hacer demagogia y tratar de llevar agua para su molino al cuestionar que la Policía Nacional, a pedido del rector de la Decana de América, haya ingresado a desalojar a los que ocuparon el lugar, para así restablecer el principio de autoridad, tal como manda la ley.

La excandidata presidencial por el Frente Amplio (hoy apartada en Nuevo Perú), esa agrupación que llevó al Congreso a personajes como Rogelio Tucto, que apoya una “amnistía general” que beneficie al carnicero Abimael Guzmán, cree que está en los años 70 y 80, en que las universidades públicas eran tierra de nadie y los alumnos, en complicidad con los rectores, eran los dueños de casas de estudios que pertenecen a todos los peruanos que las financiamos con nuestra plata.

Los alumnos tienen todo el derecho a estar en contra de algunas de las decisiones que puedan tomar las autoridades en materia de estudios, pero eso jamás los puede llevar a tomar medidas ilegales como la toma de una universidad pública. Eso es un delito y la Policía está precisamente para actuar cada vez que se viola la ley más aún si el rector, Orestes Cachay, lo autoriza, como para que nadie diga que se ha violado la siempre mal interpretada “autonomía universitaria”.

No sé qué busca la señora Mendoza al criticar la intervención en San Marcos para restablecer el orden. Si la Policía se excedió con jóvenes que no tenían que ver con la toma del local, es algo grave que debería ser investigado y sancionado de ser confirmado. Pero algunos reclaman que los agentes antimotines usaron una tanqueta para abrir una reja ilegalmente cerrada por los manifestantes. ¿Qué querían? ¿Que entren saludando y lanzando besos volados sobre un carro alegórico?

Lo único que ha sucedido ayer es que el Estado ha actuado con la ley en la mano, para solucionar un problema que debió ser tratado mediante el diálogo y no con acciones ilegales como las del pasado. Las universidades públicas son de todos los peruanos y no de dirigencias, cuya función principal más bien debería ser la de actuar como puente entre los estudiantes y las autoridades, a fin de tratar los impasses que puedan surgir.

TAGS RELACIONADOS