El premier Aníbal Torres no se ha quedado tranquilo luego que el Congreso le tiró la puerta en la cara tras su primer intento por acudir al Pleno para plantear una cuestión de confianza a todas luces ilegal. Ahora este personaje que hace tiempo debió ser enviado a su casa a descansar, insiste en su pedido, lo que despeja cualquier duda de que lo único que se busca acá es hacer un poco de circo y distraer la atención.
Si el Congreso ya dijo “no”, y Torres insiste con el mismo pedido, queda claro que estamos ante un intento de buscar la confrontación, el choque y la victimización a pocos días de la llegada de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que el propio régimen ha promovido luego de denunciar que acá hay un “golpe de Estado”, cuando en realidad no hay otra cosa que acciones de la oposición y la justicia enmarcadas en la Constitución.
Con todo esto, lo que en verdad se busca es que la gente ande pendiente de las idas y venidas de una cuestión de confianza que es un absurdo legal solo digerible por Torres y su ministro de Justicia Félix Chero, en lugar de mirar la ineptitud y la corrupción del gobierno, y los escándalos que salen todos los días como el que va aflorando en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, de donde el olor a putrefacción ya se siente a varios kilómetros de distancia.
Otra situación que se buscaría tapar es la toma del Ministerio de Salud por parte de Vladimir Cerrón a través de Kelly Portalatino, y la organización de una marcha gubernamental con el “apoyo” de la mancillada Policía Nacional, que ayer dejó pasar a manifestantes a la parte externa del Congreso, aunque luego se vio obligada a echarlos una vez que comenzaron las críticas por la mano blanda hacia los amigos del régimen.
Lo que le interesa a este gobierno es sobrevivir a través de cortinas de humo en espera de la llegada de ese “salvavidas” llamado OEA. Ayer hemos visto a Castillo y a Torres yendo a la Conferencia Episcopal luego que el premier llamó “miserable” a un cardenal, mientras que hacer gestión en favor de los peruanos es la última rueda del coche. Además, imposible hacerlo con la gente que reclutan. El país está hundiéndose y el gran responsable es Pedro Castillo.