Precios como en boticas

Hace un par de años, Inkafarma (InRetail) fue sancionada por Indecopi por concertar precios con Arcángel (Albis S.A.), Fasa (Farmacias Peruanas S.A.), Mifarma (Mifarma S.A.) y Felicidad (Nortfarma S.A.C.). Estas fueron multadas en primera instancia con S/ 8’984,123,17 (US$ 2’641,992,95).

Hoy, la primera de las boticas amonestadas decidió comprar Quicorp S.A., la empresa dueña de Química Suiza y de cadenas de farmacias como Mifarma (absorbió a Arcángel), BTL y Fasa. ¿Qué pasará ahora que la mayoría de tiendas farmacéuticas y laboratorios corresponden a una sola empresa? Es la pregunta de los consumidores, quienes tendrán menos opciones a la hora de comparar precios y comprar.

En el norte del país, salvo la procesada y piurana Felicidad, las otras cadenas de boticas tendrán un solo dueño. Ahora, Inkafarma podrá colocar los precios que desee y no hay Estado que vigile la “fijación concertada de precios de venta al público”, conducta tipificada en el artículo 11.2 de la Ley de Represión de Conductas Anticompetitivas.

¿Y los usuarios? Si bien no se puede hablar de un monopolio, como en las cervezas, sí estamos frente a un poderoso conglomerado que tendrá, según los especialistas, el 90% de la industria farmacéutica, lo que comprende la distribución y la producción de medicamentos.

Por más que algunos políticos se quieran colgar del tema, como el expresidente Alan García y el parlamentario Javier Velásquez, renegando por dicha movida empresarial, es casi imposible que esto revierta. Tampoco tendrá mucho eco la postura del Congreso de la República, pero al menos servirá para ver qué otros sectores pueden ser vulnerables para la aparición de estos oligopolios.

Ojo que no solo existe el riesgo de encarecer los fármacos, sino que ante una súper producción de estos se podrían abaratar los precios y originar la quiebra de pequeñas boticas y farmacias independientes que estarían en desventaja para competir. Veremos cómo nos va aquí, que ni Indecopi ya puede hacer algo.