El fiscal anticorrupción Reynaldo Abia generó revuelo ayer en Palacio de Gobierno. Visitó la sede de la Presidencia de la República en el marco de las investigaciones a Mirian Morales, secretaria general del Despacho Presidencial, quien presuntamente habría tenido injerencia en la contratación a dedo de la hermana de su expareja.

Este caso es más complejo de lo que dan a entender las consignas de algunos políticos, pero el Ministerio Público tiene la gran responsabilidad de llevar a buen puerto las indagaciones. Predecir los resultados es algo difícil, pero confiamos que se llegue a la verdad sin dilaciones.

Los peruanos somos más conscientes de la importancia de la lucha contra la corrupción. Es más, el mensaje del Gobierno siempre apuntó a combatir esta lacra. Por ello, es necesario que se ponga a la altura de las circunstancias y dé todas las facilidades para que los fiscales realicen bien su trabajo. El presidente Martín Vizcarra suele presentarse como un abanderado de la lucha contra la corrupción, y esta es una oportunidad de demostrar que pregona con el ejemplo.

“Trabajaremos sin distraer la mirada de lo que debe ser la prioridad hoy: cuidar la salud de los nuestros”, dijo el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos. Debe comprender que la prioridad también es combatir la corrupción venga de donde venga, y no solo en los discursos.