El candidato presidencial Pedro Castillo ha cimentado su popularidad, entre otras cosas, por haber realizado promesas de cambio de la Constitución Política del Perú. Sin embargo, voceros de su partido han hecho énfasis que convocarán en el plazo de seis meses a una Asamblea Constituyente, incluso disolviendo al Congreso de la República.

Lamentablemente para quienes creen en este candidato, es un engaño y eso no se puede hacer con los ciudadanos. Así como lo plantea Perú Libre, no existe ninguna base legal para dar a luz una nueva Constitución. Incluso, algunos analistas han dicho que si se fuerza esta iniciativa sin contemplar el Estado de derecho de nuestro país, estaríamos ante un eventual golpe de Estado. Cómo será de aberrante esto, que ayer Castillo ha salido a suavizar esta postura.

Los peruanos necesitamos recuperar la confianza por nuestros políticos y para ello es importante que los candidatos se comprometan ser respetuosos y, además, ser los primeros en garantizar nuestra seguridad jurídica y constitucional. De lo contrario, llevarán al país a un escenario apocalíptico y caótico.

No hay forma de construir un mejor país sin el fiel cumplimiento de la Constitución y nuestras leyes, es decir con aquello que reglamenta el ejercicio de la democracia y hace posible vivir en libertad.