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Por años, diferentes proyectos especiales que se crearon para invertir recursos públicos en obras de infraestructura necesarias para el desarrollo de la población se convirtieron en instrumentos para despilfarrar los bienes y dineros. Pasó en Puno con el Proyecto Especial Lago Titicaca, Pasto Grande en Moquegua, o Autodema, que tuvo a su cargo Majes I y ahora Majes II en Arequipa.

Una de las maneras para gastar indebidamente los presupuestos fue la deficiente gestión e improvisación de personas inexpertas colocadas en puestos importantes y que llegaron a los mismos por compromisos políticos antes que técnicos. Lamentablemente, estos errores de malos manejos persisten en la mayoría de proyectos especiales, que fueron convertidos en agencias de empleo por las diferentes gestiones regionales. Esto pasa desde hace más de una década en la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema), que solo requiere 80 personas, empero hoy cuenta con 385, donde algunos "jefes" tienen asistentes y hasta dos secretarias para funciones que no existen. En la actual gestión del controvertido gobernador Elmer Cáceres ingresaron 115 servidores por locación de servicios para cumplir labores que nadie sabe. Por ello es urgente, ante la inacción de consejeros franeleros, que OCI y Contraloría hagan mejor control de lo que pasa en Autodema y se sancionen estos malos manejos que huelen a corrupción.

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