​¿Puedes sentirte a gusto y disfrutarlo?

Siempre pensamos que lo más importante en este trabajo, es hacer feliz a la gente. Sin embargo, pocas veces nos preguntamos qué tan contentos estamos nosotros mismos. Pienso entonces que nos ayudaría mucho ver una versión nuestra que se envuelve del traje de trabajo, y se enfoca al 100% en lo que está haciendo. Pones en pausa todo lo personal, la casa, la calle, los amigos o la escuela y lo retomas después apenas sales de este espacio y tratas de resolver todo lo pendiente. ¿Es posible? Tiene que serlo, después de todo estás haciendo lo que te apasiona y por lo que luchaste conseguir, lo que elegiste hacer habiendo otras opciones.

En este caos controlado buscamos crear experiencias memorables en los que vienen a probar nuestra comida. Que quienes nos visitan siempre consigan momentos perfectos, qué suceden con nosotros en el camino. Muchas veces nos toca batallar con angustias, preocupaciones, temores, y a veces desaliento, porque es muy difícil permanecer siempre bien, y que todo en nuestros mundos funcione siempre en paralelo y de la mejor manera.

Para poder darle a la gente momentos únicos para no olvidar, estos tienen que diseñarse específicamente para cada uno y para cubrir y superar así sus expectativas individuales. Y estos momentos deben ser dados por personas felices de mostrar lo que tienen para ofrecer con orgullo. Con una sonrisa sincera. Muchas veces cubrir esas expectativas genera otro nivel de angustia, cuando sientes que se espera algo especial de ti todos los días.

Para eso creo que el estar fortalecidos como equipo genera un ambiente de confort importante, que se refleja en el servicio. Te hace sentir seguro que puedes contar con otros que están o han estado en el mismo lugar que tú.