Según sondeos de Ipsos y el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), publicados ayer, en este momento Acción Popular y Fuerza Popular, o sea la lampa y la K, son los partidos que coparían más curules en el nuevo Congreso de la República, para llenar el vacío que dejaron al irse -disueltos- los anteriores legisladores.

Estamos hablando de 11% y 8% y de 10.1% y 6,8%, respectivamente, cifras que sobre la marcha nos llevan a la siguiente pregunta: ¿Qué han hecho estas agrupaciones políticas para ostentar dichas ubicaciones en la preferencia de la población, que venía de repudiar un Parlamento de mayoría keikista-aprista? Para empezar, hay que resaltar que aun son montos anémicos porque la gran masa, esa que irá a las urnas el próximo 26 de enero de 2020, navega en la indecisión y en las ganas de votar en blanco o viciado, con porcentajes de 51% y 54%, a decir de las referidas encuestadoras.

Luego, necesariamente, la fuerza de ambas marcas tiene algo que ver en que estén arriba. AP es sinónimo de Fernando Belaunde, un presidente que se fue limpio a la tumba, y FP conlleva el voto duro endosado por el preso Alberto Fujimori y, quizá, una dosis de la victimización de la señora Keiko.

Además, mientras Acción Popular dejó fuera de lista a los recorridos “Vitochos” y Lescanos y postula a gente nueva, Fuerza Popular tiene como rostro de entrada a la experimentada Martha Chávez, quien garantiza fidelidad a los colores naranjas y una defensa cerrada a la lideresa recién salida de prisión.

Desde aquí insistimos, una vez más, en que la flora y fauna que veamos en el próximo Congreso será de entera responsabilidad de los votantes. No lo olviden.