Penosa la defensa del golpista Pedro Castillo, quien ahora detenido no solo ha decidido dejarse asesorar legalmente por el impresentable de Aníbal Torres, sino que tiene como escuderos oficiosos a un grupo de congresistas elegidos por Perú Libre que en verdad son una vergüenza por la clase de argumentos que usan para defender a un indefendible que, sin duda alguna, tendrá que pasar varios años en calidad de recluso por quebrar el orden democrático desde la cabeza del Estado.

Ayer por la mañana los peruanos hemos tenido que soportar al expremier Guido Bellido lanzando un tuit de antología, en el que afirmaba que el golpista fue “obligado” a leer el mamarracho que expuso ante el país cerca del mediodía, con el cual se salió de lo dispuesto por la Carta Magna. ¿Nos quiere decir que el profesor no tuvo carácter para decir no, si es que es real la alucinada historia de “Puka”? ¿Tan manipulable es este sujeto vacado por incapacidad moral?

Luego vimos a Pasión Dávila (Bloque Magisterial) afirmando, muy suelto de huesos, que Castillo “jamás pretendió huir del país”, a pesar de que hay un parte policial que indica que quiso fugar a la Embajada de México, ya que su amigo y protector, el metiche de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), le había dado asilo. ¿De dónde han sacado a estos congresistas que son una vergüenza? Pero hay que tener paciencia, faltan tres años y medio para que se vayan.

Para rematar una mañana de defensas vergonzosas tuvimos a Katy Ugarte, también del Bloque Magisterial, quien dijo que Castillo no cometió un golpe de Estado, sino que su mensaje al país solo fue “un decir, una opinión”. Quizá lo mejor sea reírse. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta señora es congresista y también profesora. Pese a ello no entiende que su colega, desde su posición de jefe de Estado, llamó a tomar todos los poderes por la fuerza.

El golpista Castillo está frito. Tendrá que pasar varios años en la cárcel si es que realmente hay justicia en el Perú. Su situación de por sí es complicada. Y esta se agrava al tener a un abogado como Torres, quien seguramente mañana o pasado se pone a gritar y a insultar a jueces y fiscales antes de dar argumentos jurídicos; y a “escuderos mediáticos” pintorescos que no hacen más que generar más indignación y malestar entre los peruanos.

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