En democracia todos somos iguales ante la ley, tenemos el derecho a elegir y ser elegidos en los procesos políticos electorales del país.
También existe la obligación democrática de reconocer los resultados electorales, lo que el fujimorismo ignora cuando desconoce la votación de sectores provincianos y rurales del país. Respeta mi voto sí, el voto de todos los peruanos.
Keiko y Fuerza Popular mienten sistemáticamente al país al hablar de fraude, firmas falsas y conspiraciones, cuando miembros de mesas los desmienten públicamente, por lo que estarían calumniando y difamando, delinquiendo en una supuesta defensa de la democracia.
Buscan evadir la justicia y además restarle legitimidad al gobierno de Pedro Castillo. No resulta extraño que, como en el 2016, desde el Congreso obstaculicen al nuevo gobierno para intentar su vacancia. Están empleando la política para fines que lindan con la comisión de delitos y el mal uso de los votos ciudadanos.
Participamos en política proponiendo construir una sociedad con igualdad de oportunidades para todos, sin discriminaciones, y esperamos sumar esfuerzos desde diversas perspectivas: liberales, comunitarias o socialistas.
Keiko y sus seguidores están usando la política con fines personales. Ya no solo hablan de alteraciones de actas. Ahora pretenden desconocer lo hecho y piden convocar otra segunda vuelta electoral.
Diversas organizaciones sociales, sindicales, rurales, alcaldes del país, Conveagro, se reúnen con Pedro Castillo, reconociéndolo de hecho, aún a la espera del pronunciamiento final y oficial del JNE.
Es momento de mantener la calma, reforzar la organización popular y la solidaridad, manteniéndonos vigilantes.
Han ganado los votantes del interior. Tenemos que reconocerlo, escucharlo y avanzar en los cambios que el país necesita.