GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

En su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que celebramos este domingo, el papa Francisco ha querido referirse nuevamente a las redes sociales, a las que califica como “un recurso de nuestro tiempo”. Por un lado, el Papa destaca que las redes constituyen una fuente de conocimientos y de relaciones hasta hace poco inimaginables y sirven para que estemos más en contacto, nos encontremos y ayudemos unos a otros. Al mismo tiempo, sin embargo, menciona algunos de los riesgos que conllevan las mismas redes: desinformación, distorsión consciente y planificada de los hechos, uso manipulador de datos para obtener ventajas políticas o económicas, acoso cibernético, aislamiento, deterioro de relaciones verdaderamente personales, fomento de la intolerancia, división, violencia verbal, etc.

Ante esta realidad ambivalente, el Papa nos invita a usar rectamente las redes sociales y a que en ellas procuremos construir verdaderas comunidades y no solo agregaciones de individuos que se agrupan en torno a ciertos intereses o temas pero que no están unidos por vínculos fuertes. De manera especial, Francisco nos pide no dejarnos llevar por el lenguaje inapropiado que muchas veces se usa en las redes y no formar parte de esos enfrentamientos que por lo general no conducen a nada bueno, sino a crear una espiral de rencor y odio. En pocas palabras, el Papa nos exhorta a que no hagamos de la red social una red que nos atrapa y encierra, sino un instrumento que nos una y nos abra a los demás. En este sentido, nos dice que el uso de las redes sociales debe ser “complementario al encuentro en carne y hueso, que se da a través del cuerpo, el corazón, los ojos, la mirada y la respiración del otro”. Solo así la red será un recurso que nos ayudará a abrir camino al diálogo, el encuentro y la amistad. Escuchemos la voz del Papa, no nos dejemos atrapar por las redes como si fueran una telaraña. Examinemos cómo estamos usando las redes sociales y los padres y madres de familia estén atentos al modo en que las usan sus hijos.