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Nos pasamos la vida entre regalos, regalados o regalando. La vida misma es un regalo. Hay regalos tan evidentes como las flores si naces o si mueres, los juguetes de los chicos, los obsequios caros y los mas modestos, las fiestas clásicas de regalos como el Día de la Madre, y los motivos mas extraños con los que el ser humano se comunica socialmente y expresa sus sentimientos, estados de ánimo, en especial la alegría. Para que un regalo sea tal no requiere de algo a cambio, en sentido de valor tangible, monetario, puesto que de lo contrario sería un trueque o algún tipo de transacción de compra venta. En realidad, ante un regalo solo corresponde el agradecimiento de quien recibe lo recibe, aunque no sea condición del regalo para perder su valor ni la reciprocidad, aunque forme parte de este proceso. En lo que sí parece existir acuerdo universal es en que el regalo tiene un valor simbólico, por encima del económico o utilitario.

A ver cómo se lo hacemos entender a esa marea humana, angustiada, estresada, que corre jadeante en los centros comerciales y mercados, que congestiona el tránsito vehicular, que se atropella a empujones, intentando calmar una presión social equivocada. A ver cómo convencerlos de que la primera Navidad fue así tal como se recrea en los rústicos nacimientos, donde una familia muy sencilla, campesina, no tuvo más remedio que dar a luz en un corral de ganado. Que fue allí y de esa forma que el Señor le hizo el mejor regalo a la humanidad, se regaló a Él mismo. Que a partir de allí, la esperanza se insertó en la historia, que dejó de ser cíclica y dramática (como las infinitas reencarnaciones de algunas confesiones) para transformarse en longitudinal en el tiempo. ¿Podría haber mejor regalo que este? A mí me gusta esa frase que dice que cuando recibas un regalo, no te fijes tanto en el objeto regalado sino en la mano de quien te lo regala, es allí donde radica el valor de lo que recibe, de quien viene y de lo que quiere expresarte al hacerlo. Agradecer, dar las gracias, es también regalar. ¡Feliz Navidad!