En los últimos días, Arequipa registra un flujo importante de visitantes y la mayoría de establecimientos que prestan servicios como hospedajes y de comidas se encuentran abarrotados de clientes todas las horas.

La frecuencia de personas en los terminales terrestres como en el aeropuerto se duplicó por estos días, convirtiendo a la ciudad en el eterno destino para quienes deseen visitarla.

La Ciudad Blanca está de aniversario y una vez más se confirma el dicho: “Arequipa en agosto es fiesta”. La diversidad de actividades programadas y que son tradición durante los 30 días del mes atraen a quienes planifican viajar a Arequipa por estas fechas y apreciar la diversidad de los atractivos con que cuenta.

Por ejemplo, ayer delegaciones de pueblos de las 8 provincias de la región danzando demostraron su cariño y afecto a la ciudad.

Lo que se pensó que sería una pasacalle de tres horas se prolongó a siete, donde más de 2 mil bailarines recorrieron las calles del centro de la ciudad ante el aplauso de las miles de personas que abarrotaron las veredas y la Plaza de Armas.

Arequipa está cambiando y hoy sigue buscando soluciones a sus problemas, los mismos que serán superados en la medida que sus autoridades regionales como de las diferentes municipalidades trabajen unidas y buscando proyectos integradores.

La fiesta de ayer en las calles fue sorprendente por la activa participación de la gobernadora y los alcaldes, quienes al final se dieron un fuerte abrazo en clara demostración de que el gran proyecto a trabajar es el desarrollo y progreso de la región.

Aquí no existió distinción alguna de color y menos tinte político, lo único que se impuso fue la gran bandera de Arequipa y ese fue el mensaje que se dio. Buena.