El principio generador de todos los males en Venezuela es el socialismo marxista y los responsables de la catástrofe social son Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Ambos, como viles sembradores, han esparcido numerosos errores en su sociedad, usurpando las legítimas posesiones privadas, difundiendo la encarnizada lucha de clases, propagando injusticias y trastornando el orden interno. Chávez y Maduro, con el modelo socialista implantado en su país, han desterrado toda posibilidad de vida digna en Venezuela, provocando el movimiento migratorio de mayor magnitud registrado en Sudamérica, ya que según la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), más de 7,7 millones de personas han salido de Venezuela buscando protección y una vida mejor. Los defensores del bien común y de la pacífica convivencia democrática, teníamos la esperanza de que el pueblo venezolano -después de haber experimentado las consecuencias de una ideología empobrecedora y de un gobierno injusto-, se manifieste libremente por medio de elecciones trasparentes, pero la pestilencia chavista ha contagiado al cuerpo militar y la corrupción desvergonzada ha tomado posesión del CNE. El chavismo es la reactualización del jacobinismo en su versión socialista. En Venezuela ha empezado la etapa del terror, Maduro ha ordenado la creación de un sistema de acusación cibernética para detectar a los enemigos del régimen y encarcelarlos. Nada los detendrá, son despiadados y su fin principal es la conservación del poder. ¡Sí, Chávez, ahora el Palacio de Miraflores desprende un nauseabundo olor a azufre! Seamos acusadores del régimen socialista, para que las generaciones venideras no recaigan en idénticas desgracias.
RESISTENCIA AL TIRANO, columna de Alejandro Martorell
Columna de opinión