Internacionalmente, las Fuerzas Armadas constituyen un importante instrumento del poder nacional, pues tienen la grave responsabilidad de proteger la independencia, la soberanía y la integridad territorial. El Perú, no es la excepción; sin embargo, pese a la evidencia histórica, por muchos años ha existido discrepancia –en algunos sectores–respecto a su participación en la vida nacional, quizás motivados porque en los inicios de nuestra república, ante la ausencia de cuadros políticos, fueron los militares quienes asumieron el gobierno; y en otros casos, por hacerlo en cumplimiento de la misión de defender la institucionalidad constitucional y democrática, sin dejar de mencionar que también hubo pasiones políticas que las afectaron.
Las Fuerzas Armadas y la sociedad en general, están obligadas a salvaguardar al Perú de los problemas que ponen en riesgo a nuestras vidas, que menoscaban las oportunidades para alcanzar mayores niveles de bienestar y que también mellan la estabilidad de la república.
En nuestros días, las Fuerzas Armadas –aún con medios limitados– siguen protegiendo al Perú, y sus miembros entienden con absoluta claridad su tarea constitucional, ligada principalmente a la defensa de la soberanía nacional e integridad territorial, así como al desarrollo y la defensa civil.
En tal virtud, es un imperativo nacional invertir en el desarrollo de sus capacidades y roles estratégicos; y al conmemorar su día institucional, el compromiso de todos los peruanos debe ser respaldarlas, sabiendo que continuarán cumpliendo con su histórica responsabilidad de defender a la Patria “contra cualquier amenaza que vaya contra nuestro amado Perú”, como lo enfatizó recientemente el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas: “¡unidos, firmes y dignos!”.