La crisis nacional que vivimos por la pandemia solo puede solucionarse si permanecemos unidos. La unidad es la clave para salir adelante. Si actuamos unidos por encima de nuestras diferencias ideológicas, superando las divisiones políticas y deponiendo los odios enfermizos que a veces se apoderan de nuestro pueblo, entonces lograremos vencer al COVID y a todo lo que se ponga por delante.

Por eso, es una gran noticia que la Universidad San Ignacio de Loyola, la Sociedad Nacional de Industrias y la Conferencia Episcopal se unan para lanzar la campaña nacional “Respira Perú” para llevar oxígeno a los peruanos que sufren el COVID 19. Que la Universidad, la Iglesia y la empresa se unan para buscar una solución urgente es un signo de nuestro tiempo. La Universidad es el foro natural del diálogo nacional. En la Universidad, en la academia, el diálogo peruanista debe primar en la búsqueda de soluciones realistas a los problemas de nuestro país. La Iglesia es la raíz de la peruanidad. El Perú no se comprende sin el cristianismo. Sin la Iglesia no existiría este país. Y la empresa es el caballo que tira de la carreta de la sociedad. Sin emprendedores no podemos progresar.

La unión de los peruanos de buena voluntad es el remedio a cualquier pandemia y a todos los problemas nacionales. Cuando hay unidad es posible la regeneración. Por eso, la unidad del país debe ser la premisa sobre la cual construyamos una salida a esta crisis. Juntos somos capaces de todo, de dar oxígeno a nuestro pueblo, de organizarnos y avanzar, haciendo del Bicentenario una fiesta de unidad nacional.