Revocación... sí
Revocación... sí

El próximo proceso para revocar a la alcaldesa Villarán puede traer mucha confusión, pues hay personas que creen que votar por el "No" es votar contra la permanencia de la alcaldesa.

La gestión de Susana Villarán puede resumirse en la frase "palabras y promesas pero pocas obras", a diferencia de su antecesor, que hablaba muy poco y hacía mucho. Si bien dos años es poco tiempo para evaluar a un burgomaestre, lo cierto es que lo poco que se ha hecho, se ha hecho mal. Parece que su crítica contra el Cristo de la Bahía que colocó el presidente García le ha traído mala suerte.

Comenzó la cosa con la promesa de recuperar la playa de La Herradura. Sabios de su entorno pensaron que el asunto era traer miles de toneladas de arena... Quedó muy bonito todo... pero vino una ola y en 24 horas se llevó toda la arena. El túnel de evitamiento de la Ramiro Prialé, que había quedado casi listo en la anterior gestión, lo dejó en abandono y se derrumbó.

También juegan en su contra los sucesos violentos de La Parada, resultado de una operación sin planificar y evaluar los riesgos. Luego vino el problema con el desborde del río Rímac. Y como cereza de la torta de metidas de pata, está el anunciar que había construido 1400 escaleras, cuando después tuvo que reconocer que solo eran 140... El resto era simplemente pintura verde sobre las escaleras amarillas que había construido Castañeda. Por último, salió diciendo que las mujeres de San Juan de Lurigancho son lavanderas de los ricos de La Molina.

Pero lo que sí me preocupa es que todo este barullo está distrayendo al país de la violencia en contra de la inmersión privada que está protagonizando el emerretista Saavedra, que no contento de sabotear Conga junto a su compinche Santos, hoy día mueve a las poblaciones de izquierda radical en contra de varios proyectos mineros en Lambayeque, Tacna y otras regiones del Perú.