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La mayoría de los programas televisivos y radiales nacionales abren sus espacios noticiosos con casos relacionados a la corrupción; similar situación se registra en medios impresos, cuyas portadas y varias páginas se ocupan de la convulsión política diaria. Otros temas de interés han pasado a segundo plano y parecen carecer de la importancia del caso, lo cual no debe perderse de vista.

Durante la semana que concluye, diversos consultores y empresarios nuevamente presentaron sus proyecciones económicas. Aunque el 2018 se terminará dentro de lo indicado meses atrás, y salvo algunas fluctuaciones, el panorama del 2019 resulta nada alentador, al extremo que ya se comenta que, después de mucho tiempo, el país registraría un crecimiento cero por diversos factores.

Todo el ruido político generado por el alto grado de corrupción en diferentes instituciones, y que implica a conocidos personajes, pasará factura el próximo año, en especial -como se advierte- en la confianza empresarial para seguir invirtiendo en proyectos de infraestructura.

Este riesgo latente se alimenta a diario con las frecuentes noticias vinculadas a malas prácticas en gestiones públicas y entre los privados.

A ello hay que sumarle las posibilidades de la presencia del fenómeno El Niño, que hasta hace un mes estaba en categoría débil; sin embargo, en las últimas semanas aumentaron los riesgos. Son situaciones que deberían preocupar a todos para calmar las aguas, en donde cada poder del Estado cumpla con su rol y responsabilidad de manera seria. ¿Podrán?