Se acerca la edición 87 de los premios Oscar, cuya ceremonia se llevará a cabo el domingo 22 en el teatro Dolby de Los Angeles. Este año son ocho las películas nominadas, pero tranquilamente pudieron ser diez como cuando por primera vez se amplió el número de candidatas que originalmente era de cinco. En realidad debieron ser diez, pues a estas alturas resulta más que lamentable que no se haya incluido en la selección a las notables “Perdida” (Gone girl), de David Fincher, y “Foxcatcher”, de Bennett Miller, quien curiosamente sí figura en la categoría de mejor director.

LAS PELÍCULAS. Como favoritas asoman dos. “Boyhood”, de Richard Linklater, cuya sentida historia familiar que se expande por un lapso de 12 años (tiempo que duró el rodaje llevado a cabo por partes) ha ganado ya varios premios, incluyendo recientes Globos de Oro, se erige como candidata principal. La otra es “Birdman”, del mexicano Alejandro Gonzáles Iñárritu, alucinada reflexión sobre la representación (teatral y cinematográfica), con un excelente desempeño de su reparto encabezado por Michael Keaton, que goza además de una gran popularidad.

“El Gran Hotel Budapest”(The Grand Hotel Budapest), de Wes Anderson, es una peculiar realización de aventuras, la mejor de toda la filmografía de su director, pero no le alcanzará para ganarle a “Boyhood” o “Birdman”. Pocas posibilidades tiene también “Whiplash”, de Damien Chazelle, que asoma como una obra pequeña, sencilla, aunque tremendamente eficaz, con una actuación absolutamente soberbia de J.K. Simmons -un tirano profesor de música- que seguramente ganará en la categoría de mejor actor secundario.

Para el final dejamos a las tres películas que representan a personajes que han hecho historia y son, en buena cuenta, ambiciosos retratos de época narrativamente correctos, pero sin el brillo suficiente para merecer el preciado trofeo hollywoodense.

“Selma”, de Ava DuVernay, desarrolla los pormenores de la histórica manifestación de Martin Luther King en favor de los derechos civiles afroamericanos en una pequeña localidad de Alabama. La interpretación estelar de David Oyelowo es competente, pero también lo son las de Tom Wilkinson, como el presidente Lyndon Johnson, y Tim Roth, en el rol del gobernador George Wallace.

“El Código Enigma” (The imitation game), de Morten Tyldum, reconstruye la ardua labor del matemático Alan Turing como inventor de una máquina que descifró las comunicaciones nazis durante la Segunda Guerra Mundial, lo que permitió derrotar a los alemanes. Y deja en un segundo plano el lado homosexual del personaje que, debido a la intolerancia de la época y una injusta legislación, le complicó la vida. La actuación de Benedict Cumberbatch en el papel principal es contundente.

“La teoría del todo” (The theory of everything), de James Marsh, se concentra en la relación del célebre astrofísico Stephen Hawking y su esposa Jane, y cómo una terrible enfermedad degenerativa que postró al científico en una silla de ruedas amenazó la felicidad de ambos. Ciertamente, la caracterización de Eddie Redmayne como Hawking es el mayor valor de esta curiosa dramatización, aunque la presencia de Felicity Jones como su pareja también es significativa.

No creemos en las posibilidades de Wes Anderson (“El Hotel Budapest”), ni Morten Tyldum (“El Código Enigma”), pero no estaría nada mal que Bennett Miller diera el golpe y se alzara con la dorada estatuilla por su excelente drama “Foxcatcher”. Curiosa e injustamente, aunque ya son costumbre las omisiones en la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, Clint Eastwood no fue seleccionado en la categoría de mejor director y se lo merecía.

ACTORES Y ACTRICES PRINCIPALES. En lo que se refiere a las actuaciones principales masculinas, los cinco candidatos han hecho trabajos sobresalientes y cualquiera de ellos merece el premio. Sin embargo, los favoritos son dos: Eddie Redmayne, por su precisa caracterización del científico Stephen Hawking en “La teoría del todo”, y Michael Keaton, por su efervescente creación de un veterano actor en decadencia en “Birdman”.

Pocas posibilidades le vemos a Benedict Cumberbatch, como el matemático Alan Turing en “El Código Enigma”, y Bradley Cooper, en el papel del sufrido marine Chris Kyle en “Francotirador”. Sin embargo, nuestro voto es por Steve Carell, cuya extraordinaria caracterización del millonario John du Pont en “Foxcatcher” debería ser reconocida con el Oscar.

La categoría femenina principal parece ya definida con el favoritismo de Julianne Moore, por su notable personificación de una profesora de psicología aquejada del mal de Alzheimer en el drama “Siempre Alice” (Still Alice). Se hace difícil pensar que el resto de candidatas le pueda hacer pelea. Escasas son las probabilidades para la impresionante Rosamund Pike por “Perdida” (Gone girl), Felicity Jones por “La teoría del todo”, Reese Witherpoon por “Alma salvaje” (Wild) y la francesa Marion Cotillard por “Dos días, una noche” (Deux jours, une nuit).