Si había que tomar decisiones basadas en las necesidades de la población para contener el coronavirus, la medida del Gobierno de ampliar la cuarentena hasta el 26 de abril es atinada. Sin duda, más de una polémica se abrirá ya que la actividad económica interna seguirá detenida y muchos peruanos que dependen de esta dinámica simplemente no tendrán como levar sustento a sus hogares.

La norma tiene como uno de sus elementos más importantes el compromiso de la gente ya que sin la participación decidida y responsable de todos al frente de la lucha contra este mal no será posible llegar al objetivo. Hay que tomar conciencia que de nosotros depende que el coronavirus no genere consecuencias catastróficas.

Se vienen días difíciles, tal como lo anunció el presidente Martín Vizcarra. La orientación central debe apuntar a respetar e aislamiento y la inmovilización. Solo así el virus no se propagará y nuestros sistemas de salud no serán rebasados.

Más que una limitación o una arbitrariedad del Gobierno, debemos asumir que es un sacrificio que debemos adoptar para que no aumenten los casos de forma dramática. Tenemos que ser solidarios y cambiar la tendencia en contra, parte del esfuerzo de los peruanos es la corrección de los errores que hemos cometido hasta el momento.