Donald Trump se convertirá hoy oficialmente en el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos. Asumirá el poder en medio de una expectativa sin precedentes en el mundo entero. Se espera que pronuncie un discurso responsable, esperanzador y de unidad, a la altura de su investidura. Para ello debe dejar de lado su talante agitador, personalista y confrontacional que empleó en su campaña presidencial.

Pese a las promesas de un futuro mejor para su país, menos de la mitad de ciudadanos estadounidenses lo aprueba, según las últimas encuestas. Nunca antes un Jefe de Estado, al inicio de su mandato, tuvo un nivel tan bajo de aceptación en la historia. Por lo tanto, no es sorpresa que se haya anunciado 90 grandes manifestaciones en Washington, en protesta contra la toma de posesión de Trump.

Una de sus principales tareas es que el relieve de su grita contra la incapacidad de los políticos tradicionales y su afán de ser diferente, se conviertan en hechos concretos en favor de la mayoría de norteamericanos. El presidente saliente, Barack Obama, decía que la gran cantidad de votantes por Trump lo hicieron porque se sintieron olvidados por el sistema. Llegó el momento que el nuevo Mandatario aborde con rigor los problemas de la gente y los solucione.

La otra tarea es mantener las buenas relaciones con los demás países del mundo. Se ha visto que algunos enemigos de Estados Unidos se vuelven amigos, sin embargo, hay otros que estaban cerca y que ahora andan preocupados por el cambio.

TAGS RELACIONADOS