De un tiempo a esta parte, el presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, se reúne con distintos personajes que luego del encuentro anuncian que el mandatario está preparando un cambio en el gobierno y hacen de caja de resonancia -al tiempo que validan- a una gestión que no deja de cometer un error tras otro que afectan a miles de peruanos.

Luego de esto, a través de ‘tuitazos’, aquel que no iba a ser ni portero de un ministerio, según palabras del propio Castillo Terrones, sale a desmerecer los dichos y a atacar al vocero presidencial de turno.

El último en ser víctima de este modus operandi es el cardenal Pedro Barreto cuyas declaraciones anunciando cambios en el gabinete fueron calificadas como “golpe eclesiástico” por Cerrón.

El dueño de Perú Libre consideró, además, que abrir el gobierno a otras organizaciones  “sería usurpación”. Es decir, sectarismo en su máxima expresión.

Con estas expresiones solo reafirman que a ellos no les importa el país, solo quieren mantener el poder para seguir llenando sus bolsillos. No les interesa que cada día sigamos cayendo en un pozo del que cada vez será más difícil salir.