Se ha publicado una encuesta de IEP donde se coloca a un inhabilitado como el líder de las preferencias, lo cual nos hace mirar con escepticismo dicho estudio que señala que: “El 74% de los encuestados no precisa una respuesta sobre quién podría ser un buen candidato o candidata para presidente en las próximas elecciones. Solo el 26% de los encuestados puede mencionar a alguien, los tres más nombrados son: Martín Vizcarra (4.5%), Keiko Fujimori (3.0%) y Hernando de Soto (2.7%)”.
La mayoría, es decir un 64% de los encuestados, tiene poco o nada de interés en la política, de este porcentaje, los jóvenes entre 18 y 24 años son los más numerosos. Respecto de la identificación ideológica, el 34% se dice de derecha, pertenecen a niveles socioeconómicos medios y altos. El 32% se identifica como de centro, y el 27% se identifica como de izquierda.
Un dato muy importante de las encuestas, recogido en un artículo por José Carlos Requena, señala que “la mayor parte de los sectores más pudientes (A/B) se manifiesta de derecha (53%), lo que parece comprensible. En cambio, y contra lo que podría creerse, los niveles menos favorecidos (D/E) se manifiestan parejos a la izquierda (33%) y a la derecha (32%)”. Es decir, la adherencia de los sectores más necesitados, con tendencias ideológicas de izquierda no es tan sólida. Es innegable que los gobiernos de Castillo y Sagasti, ambos de izquierda, habrían conseguido una desconexión del D/E con dicha tendencia.
Este escenario, debe hacer reflexionar a la derecha sobre el rechazo a las propuestas totalitarias de izquierda, que deben unirse dentro de nuestro modelo constitucional, haciendo los ajustes necesarios para reconducir a nuestro país hacia el desarrollo.