“Prensa basura” y “prensa mermelera” son dos epítetos desagradables y agresivos lanzados contra los periodistas en esta campaña electoral. Pero no solo eso, creemos que además son veladas amenazas contra la libertad de expresión. En los últimos días se le ha escuchado decir esto al candidato Pedro Castillo. Lo peor es que lo hace en plazas llenas de simpatizantes. El efecto es que éstos, azuzados por las perversas consignas de su líder, arremetan con violencia contra los hombres de prensa. Sucedió en Ayacucho y Huancavelica.

Castillo dice que los dueños de los medios no cultivan la democracia. Creemos que es su punto de vista y aunque esté equivocado tiene la libertad de expresarlo. Por lo tanto, también debería ser tolerante con los que piensan distinto. No puede ser que ante las críticas y cuestionamientos ataque a la prensa. Si ahora es así ¿cómo será si es elegido presidente? Seguramente desde una posición de poder se sentirá facultado a controlar cualquier situación, imponer el orden que quiere y que la libertad de expresión se adapte a sus deseos, una posibilidad que solo la concretaría si atenta contra la Constitución y la democracia. Es una mala señal, que la persona que aspira a la presidencia del Perú y ser el garante máximo del respeto a las leyes trate de mandar nuestras libertades al barranco.

Solo queda pedir calma ante esta coyuntura. La crispación de los ánimos solo nos llevará a más enfrentamientos y polarización, algo pernicioso en todo proceso electoral.

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