GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Siria, que en los últimos 6 años por el conflicto, ha sido el centro de las noticias internacionales, vuelve a llamar la atención del planeta. La muerte de 49 personas con armas químicas, presumiblemente utilizadas por las fuerzas del régimen de Bashar al Assad en la ciudad siria de Duma, siempre con el apoyo incondicional de Rusia, ha llevado a que el propio presidente de EE.UU., Donald Trump, lance por las redes sociales mensajes que podrían ser asumidos como amenazas de la Casa Blanca hacia Moscú. Siempre en la idea de que la pita se rompe por el lado más débil, el régimen sirio, que se ha mostrado cruel con su propia población, pareciera estar con las horas contadas por la advertencia de EE.UU. de llevar adelante la esperada invasión que el expresidente Barack Obama no pudo concretar precisamente por la frontal oposición en ese momento de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU. Pareciera que el veto de estos dos países continuará.

Está claro que Washington no quiere perdonar nada al presidente sirio y mucho menos al ruso Vladímir Putin que, luego de sus exitosos resultados para acabar con los rebeldes y los terroristas atrincherados en Alepo, apareció como el victorioso en la región del Medio Oriente y EE.UU., acostumbrado a ganarlo todo, en cambio, como un país dolido por no lograr lo que los rusos habían obtenido en su impactante incursión militar aérea. Los últimos meses han sido para el régimen de Damasco -capital de Siria-, al tiempo que un gobierno oxigenado gracias a los rusos, uno que por sus acciones militares está mereciendo la condena internacional al utilizar sobre los rebeldes métodos y medios prohibidos por el Derecho Internacional Humanitario. Washington habría encontrado en esta circunstancia objetiva una inmejorable coyuntura para arremeter a sus anchas sobre Siria, a la que busca invadir a cualquier precio. Todo en Siria se vuelve más confuso y complejo, y cualquier decisión de Washington y reacción de Moscú podría alterar la paz en el Medio Oriente, que sigue siendo geopolíticamente requerido por ambos países.