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¿Quién dijo que en el Perú hay escasez de talentos en la interpretación? Pues el desfile de voces y estilos que cada fin de semana se escuchan en Los cuatro finalistas, reality musical de Latina, echa por tierra esas opiniones muy al estilo de los “tumbalafiesta”, aquellos a los que no les gusta nada o que consideran que lo que existe sobre la faz de la Tierra no está a la altura de sus “iluminadas” expectativas. Escuchar a jóvenes hombres y mujeres en competencia, en una suerte de casting en vivo tratando de eliminar a los favoritos de la contienda, nos restrega en la cara que hay mucho por hacer para que la industria musical en el país empiece a despegar como lo han hecho en los últimos años la gastronomía y el cine peruano, que saca pecho por sus éxitos en taquilla y celebradas cintas de autor. Ya es hora de que todos estos muchachos, que eligen participar en estos concursos para lograr una exposición mediática, tengan la posibilidad real y concreta de empezar una carrera con todas las de la ley, pero en un ambiente en el que la difusión de sus propuestas musicales sea efectiva. Porque si usted no lo sabe, muchos de los ganadores de los más celebrados realities de canto que se han presentado en la televisión local, a duras penas pueden mantenerse viviendo de la música, otros deben apelar a dedicarse a otras labores y alternar con su pasión que es el canto.

La realidad concreta y real es que ante la ausencia de compañías discográficas que apoyen la producción y lanzamiento de nuevos valores, los mismos cantantes y bandas de todo género son los que finalmente tienen que sacar de sus bolsillos para concretar sus grabaciones. Eso es lo que hay, además de la poca difusión radial y todo un ambiente que juega en contra del talento local. Sin embargo, hay muchachos que apuestan por lo suyo, se arriesgan, no se dejan vencer, insisten en concretar sus sueños. Por eso, programas que promuevan la aparición de talentos siempre serán celebrados. Es la única vitrina que tienen y Los cuatro finalistas cumple su cometido, como en algún momento lo fue La voz.

Cambiar el actual estado de la industria musical en el país no se hará de la noche a la mañana, pero si los que están involucrados en su desarrollo se comprometen a remar hacia el mismo destino, respecto a la promoción de los cantantes y músicos peruanos, otro será el futuro. La nueva promoción de artistas locales se lo agradecerán.