Se acaba de iniciar la segunda mitad de la gestión del oficialista Fredy Otárola en la presidencia del Congreso y aún no se puede nombrar al Defensor del Pueblo ni a los miembros faltantes del Tribunal Constitucional, lo cual es un problema que tiene varios años, pero que el actual titular del Parlamento ofreció superar durante su mandato, que ya entra en su último tramo.

Es por eso pertinente el pedido del peruposibilista José León Rivera de convocar a una comisión especial para trabajar decididamente en el tema y terminar con este lastre, que el año pasado le generó un tremendo dolor de cabeza, cuando con apoyo del nacionalismo estuvo a punto de consumarse la llamada "repartija", que impidió la reelección de Víctor Isla en la presidencia del Congreso.

Es lamentable que en los últimos meses el Congreso de la República haga noticia más por los escándalos que protagonizan sus miembros, que por el trabajo que realiza. En los últimos meses tuvimos el caso de Michael Urtecho, luego el viaje de un grupo de congresistas a Asia con sus parientes, y ahora el grave problema en que se encuentra el legislador fujimorista Julio Gagó, quien ha sido alejado de su bancada.

Una buena forma de lavarle la cara al alicaído Congreso, sería eligiendo al Defensor del Pueblo y a quienes faltan en el Tribunal Constitucional, pero no de cualquier manera ni anteponiendo los intereses políticos, que fue lo que se vio en julio del año pasado, pues necesitamos en esas instancias a gente idónea y que trabaje de acuerdo con las leyes y la moral, y no llevando agua para su molino.