Para pocos peruanos queda duda que el Congreso que tenemos es uno de los más impresentables que hemos visto. Lo señalamos en este diario y a nivel personal también lo he dicho muchas veces en este espacio. Las leyes populistas y absurdas que ha pretendido sacar son su peor sello, al igual que las conductas de varios de sus integrantes. Lamentablemente es lo que elegimos luego que Martín Vizcarra cerró el Parlamento anterior con el apoyo de sus aliados ya conocidos por todos.

Sin embargo, lo que no se puede negar es que este Congreso, pese a ser como es, sí está facultado por la Carta Magna a elegir a los reemplazantes de los miembros del Tribunal Constitucional (TC) que tienen el mandato vencido desde hace años, de la misma forma como lo estaba el anterior que cerró Vizcarra a través de la “denegación fáctica de la confianza” precisamente mientras cumplía con esta función en la tarde del 30 de setiembre de 2019.

Meses después, el TC integrado por los magistrados que debieron ser relevados, convalidaron el cierre del Congreso que los mantuvo y los mantiene en sus puestos. Como señalé días atrás, había dos o tres postulantes que pudieron ser elegidos esta vez para al menos comenzar a renovar al máximo intérprete de la Carta Magna. Era necesario hacerlo. Sin embargo, con toda esta turbulencia, sin duda en La Casa de Pilatos (sede del TC) las cosas van a seguir igual por un buen tiempo.

Ahora tenemos que una jueza ha pretendido quitar esta prerrogativa al Congreso, apelando a evidentes deficiencias en el proceso que, creo yo, pudieron subsanarse a través de otros mecanismos y de los reclamos de los propios postulantes. De otro lado, tras la intervención del Poder Judicial en la labor del Poder Legislativo, desde el sábado tenemos al Ministerio Público investigando a los legisladores que hicieron a un lado la resolución judicial y procedieron a elegir, sin éxito, a los magistrados.

A este paso, tendríamos que preguntarnos en qué momento va a ser posible elegir a los nuevos miembros del TC que deben reemplazar a los seis que tienen el mandato vencido. No se pudo en 2019 por razones que Vizcarra y sus amigos tendrán que explicar, y pretenden que tampoco se haga ahora. Sin ninguna razón legal dicen que debería hacerlo el Congreso que viene, pero ¿qué pasa si a ciertos sectores tampoco les gustan los postulantes? ¿Dirán que lo haga el Parlamento que entre en 2026?

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