La crisis de salud, económica y social que nos dejará el coronavirus puede ser un muy peligroso caldo de cultivo para las propuestas populistas e irresponsables con miras a las próximas elecciones, en que mucha gente creerá que se si abre la billetera del Estado y se regalan cosas porque sí, se solucionarán los problemas que nos dejará esta tragedia que hasta ayer nos costaba mil 627 fallecidos y 58 mil 526 contagiados.

Un adelanto de lo que se podría venir lo vemos con el actual Poder Legislativo, de bajísima calidad, que se ha elegido en enero último tras el cierre del Congreso anterior por parte del presidente Martín Vizcarra. La mejor muestra fue la aprobación del retiro del 25% del monto que los aportantes tienen en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), más allá de que ese sistema tenga que ser reformado de todas maneras.

También está la propuesta para anular el cobro de peajes durante la emergencia pese a que esto podría traerle al Estado serios problemas legales, y la espeluznante idea de legalizar los “taxi colectivo” que tanto daño hacen al sistema de transporte público de pasajeros. Sin duda, muchos congresistas solo buscan en aplauso o, claro, también satisfacer ciertos intereses que deberían ser aclarados a través de declaraciones juradas que están tratando de ser dejadas de lado.

No olvidemos a la izquierda promoviendo cacerolazos para que el gobierno regale mil soles a cada persona con DNI. Es una irresponsabilidad sin nombre, pero como propuesta electoral podría pegar muy bien. Recordemos al demagogo de Waldo Ríos en su campaña para llegar al Gobierno Regional de Áncash, cuando ofreció dar 500 soles a todas las familias en lugar de invertir en obras. Claro, luego acabó preso, pero el daño ya estaba hecho.

Para estar en “sintonía” con las necesidades de la gente tras el paso de la pandemia, que coincidiría con las elecciones generales del próximo año, según ha estimado el presidente Vizcarra, hay un gran riesgo de que cualquier populismo irresponsable que ofrezca regalar de todo, hasta plata en efectivo al estilo Waldo Ríos, pueda irrumpir en la escena. Esto sería una tragedia doble para el Perú posterior al coronavirus. Mucho cuidado con los farsantes y los demagogos.

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