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Con la intención de las dos agrupaciones de izquierda representadas en el Congreso de reimpulsar la vacancia del presidente Pedro Pablo Kuczynski, por sus pasados nexos laborales con Odebrecht y por el indulto a Alberto Fujimori, entramos lamentablemente a una etapa de turbulencia política generada por el propio Mandatario, quien en diciembre último se salvó -contra todo pronóstico- de ser enviado a su casa, tras un acuerdo bajo la mesa con un sector del fujimorismo.

Tengamos en cuenta también que para finales de este mes está prevista la declaración ante el Ministerio Público de Jorge Barata, quien fuera en el Perú el hombre fuerte de la empresa constructora brasileña Odebrecht. A juzgar por lo dicho antes por Marcelo Odebrecht, en esta diligencia pueden salir muchas revelaciones que dejarían no muy bien parado al presidente Kuczynski y a otros políticos bajo investigación.

Habrá que ver si luego de las respuestas de Barata ante los fiscales y tras las dos mociones de vacancia, el Mandatario aún tiene oxígeno para seguir al frente del país, en medio de cuestionamientos y dudas sobre su accionar desde los tiempos en que era ministro del expresidente Alejandro Toledo. Si ya se salvó por un pelo en diciembre teniendo como elemento de negociación el indulto a Fujimori, lo que se venga más adelante es de difícil pronóstico.

El Perú entra nuevamente en una etapa complicada. Mientras tanto, veremos a un Ejecutivo y a un Legislativo centrados en pleitos políticos, en la calle los problemas seguirán para el ciudadano de a pie, quien tiene que lidiar con una economía fría, inseguridad en las calles, indignación por la corrupción a todo nivel que incluye a alcaldes distritales y, en el caso de los damnificados por el Niño costero, con una reconstrucción que no avanza.

Si esperábamos tener un quinquenio previo al Bicentenario viendo cómo se arreglaban los principales problemas del país, lamentablemente hasta ahora eso no se viene dando, en parte por lo que poco a poco se va sabiendo sobre las actividades profesionales del presidente Kuczynski durante años anteriores. Las semanas que vienen son cruciales para el Perú. Sin duda, vendrá mucho ruido y pocas soluciones a las dificultades de los ciudadanos.

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