Torpeza política o ¿trampa?

Aveces los políticos veteranos se portan como aprendices y meten la pata hasta el fondo, bastante al fondo. Desdibujan su experiencia, su imagen y hasta su futuro; y desdibujan a su vez, importantes y delicados encargos que les fueron confiados. O también, su experimentado olfato político, ya debilitado por el tiempo y las vicisitudes, sucumben fácilmente frente a las peligrosas tentaciones y canto de sirena del poder o del gobierno de turno, que a través de edulcoradas invitaciones o zalameros llamados al "diálogo", lo que pretenden es desactivar o echar sombras a investigaciones parlamentarias que podrían descubrir más de la cuenta.

En fin, no sabremos posiblemente nunca si solo fue torpeza política cuando Víctor Andrés García Belaunde, nuestro amigo "Vitocho", atendió una presunta indicación de Humala. O ha sido una bien elaborada trampa política para, prácticamente, desahuciar la comisión investigadora que presidiera apenas algunos instantes. Instantes que posiblemente parecerán casi eternos ahora y pesarán cada día más.

Hablando en términos más generales, ¿qué comisión investigadora realmente sirvió para algo más que escándalos, filtraciones, desautorizaciones..? Incluso, alguna excepcional y valiosa investigación siempre termina descansando plácidamente en alguna vieja estantería, esperando cual arpa de las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, una voz que como a Lázaro le diga: Levántate y anda. Pero como transcurren las cosas en el Perú, esa voz parece todavía demasiado lejana.