Las agendas personales de Nadine Heredia hechas públicas por Panorama revisten datos que, de confirmarse, podrían ser el desencadenante de un estado de deterioro moral tan grande del Gobierno, que no sería de extrañar que alguien proponga más adelante hasta la propia vacancia presidencial.

Obviamente deberá demostrarse la veracidad de lo allí escrito, aunque la coincidencia de documentos bancarios, de viajes, de depósitos, es tan contundente, que sería imposible que una mano ajena haya podido tener tanto detalle junto y, además, los recibos originales que lo confirman.

Millones de dólares en la danza, cuentas en paraísos fiscales, gastos lujosos en ropa, muebles, testaferros a la orden del día, así como la complicidad de entornos familiares y de funcionarios, incluso embajadores y congresistas, revelarían un entramado delincuencial de proporciones insospechadas, pues se trataría de dineros no justificados blanqueados por todas esas personas en lo que sería una asociación ilícita para delinquir.

Esos cuadernos pueden haber sido obtenidos ilícitamente. Como los videos de la caída de Fujimori, o los llamados “petroaudios” o cuanto “chuponeo” ha existido, lamentablemente. Pero como ya ocurrió, eso pasa a segundo plano frente al contenido de las referidas pruebas. Estas son en sí una bomba mucho más grande y pueden hacer perder el control de la situación política del país por lo grave de su contenido. Con la tranquilidad y la firmeza del caso, será sin duda tarea inmediata de los órganos jurisdiccionales y el día de hoy de la propia Comisión de Fiscalización.

TAGS RELACIONADOS