Un nuevo enemigo

A 23 años del brillante rescate de 71 rehenes de la embajada de Japón en Lima, que había sido tomada una gavilla de terroristas, el Perú del año 2020, con el personal de salud, los policías y los militares en primera fila -incluso con algunos de los comandos que participaron en la Operación Chavín de Huántar-, enfrenta a un nuevo enemigo que se está llevando a mucha gente y carcomiendo nuestra economía, que tardará mucho en ser recuperada.

Incluso un héroe de la histórica operación militar, el técnico supervisor segundo Fredy Rueda Chumpitaz, uno de los infantes de Marina encargados de colocar y activar las cargas explosivas de alta precisión que abrieron los ingresos a la casa tomada por los terroristas, falleció hace unos días a causa del coronavirus luego de haber estado patrullando avenidas y calles del Callao durante la cuarentena, tal como lo hacen a diario miles de uniformados.

Es una batalla titánica que por estos días se sitúa en sus momentos más críticos. Quedan pocas Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) disponibles, mientras la cifra de afectados se incrementa en todo el país. El lunes último, el presidente Vizcarra dijo que se venían las semanas más complicadas de la expansión de esta pandemia que ha puesto de rodillas al mundo, incluso a las economías más sólidas y a los sistemas de salud mejores dotados.

Lamentablemente, los riesgos y los contagios no se van a detener pronto, ni siquiera cuando se levante parcialmente la cuarentena, por lo que todos los peruanos tendremos que seguir en esta batalla con un enemigo invisible. En primera línea seguirán en personal de salud, los militares y los policías a los que no solo hay que agradecer con aplausos a las ocho de la noche, sino dotar de implementos de seguridad para que hagan su labor sin correr demasiados riesgos.

La victoria de hace 23 años contra el terrorismo, que al menos por un momento nos unió por encima de las diferencias políticas, nos debe de servir de motivación es estos días de luto para un Perú que exige transparencia y honestidad de parte de sus autoridades. Saldremos de esta, pero con sinceridad desde el Poder Ejecutivo y cuidando a quienes están en la primera línea de lucha contra esta pandemia inimaginable hasta hace pocos meses.