El hecho que Vladimir Cerrón se mantenga prófugo de la justicia desde hace más de nueve meses está emanando un persistente hedor que ya no solo alcanza a la gestión de la presidenta Dina Boluarte y sus funcionarios, sino también a una legisladora como Kelly Portalatino, quien por lo menos debería ser investigada por sus comunicaciones con este escurridizo delincuente que se sigue burlando de todos los peruanos.
Ayer, el excomandante general de la Policía Nacional, general PNP (r) Jorge Angulo, ha dicho que hay gente “en las altas esferas del gobierno” que filtraría información al evadido para evitar su captura, lo que apunta directamente a la jefa del Estado y a su entorno. ¿Realmente a la mandataria no le conviene que sea arrestado en líder -o cabecilla- del partido que la llevó a Palacio de Gobierno? Sería muy grave.
Desde hace tiempo hay sospechas que desde el gobierno y algunos sectores de la Policía Nacional, se ha estado interfiriendo en el arresto del dueño de Perú Libre, pero lo dicho por el general Angulo agrava las cosas. Y mientras tanto, la legisladora Portalatino ha venido manteniendo contacto con un prófugo. Toda una burla a los peruanos que exigen sanción para los corruptos.
La única forma que tiene el gobierno de mostrar que sus manos no están manchadas de la corrupción perulibrista, es poniendo tras las rejas a quien se la quiso dar de revolucionario, pero ha terminado como un vil hampón huyendo de la justicia, al parecer con apoyo oficial. Penoso para el Perú.