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Llegó el momento de sentarte cinco minutos y tomarte una copa de vino, una chelita (o el trago que más te guste) con esa persona a la que no puedes esconderle absolutamente nada. Esa que fue testigo del preciso momento en que la tentación venció a tu razonamiento, empujándote a cometer eso, que en el rincón más escondido de tu cerebro, sabías te traería problemas y arrepentimientos (pero en ese instante te importó un carajo). Siéntate con esa persona que conoce absolutamente todos tus defectos, inclusive esos que con mentiras o barajadas, intentaste disimular a toda costa logrando que pasen completamente desapercibidos. Es momento de sentarte con esa persona que conoce aquel secreto que juraste solo sería para ti y nadie más que para ti. La que ha sido testigo de todas las veces en la que has metido la pata hasta el fondo y también de aquellas en la que resaltaste por tu inteligencia, carisma y criterio.

Si. Llegó el momento de sentarte cinco minutos contigo mismo. Busca el lugar que más te guste, pon la música que más te relaje, sírvete el trago que más te provoque y comienza a hacer una lista imaginaria de todas las cosas importantes que pasaron durante todo este año…

Detecta aquellos momentos que te marcaron para bien o para mal (no es difícil, si te marcaron los recordarás al instante) Personas que te desilusionaron profundamente y aquellas que te sorprendieron con su apoyo cuando más lo necesitabas. Acuérdate de todos esos pendientes que tenías planeados realizar durante el 2014 y pregúntate ¿cuáles conseguí?, ¿cuáles están encaminados?, ¿cuáles se quedaron congelados en el “mañana lo hago”? Identifica todas las cosas que aprendiste de los momentos buenos y sobretodo de los peores. Ubica aquellas situaciones que te causaron tristeza, indignación y amargura para recordarlas por última vez y bloquearlas de tu mente para siempre.

Estamos a pocos días de que un nuevo año comience en el mundo entero y eso señoras y señores significa comenzar desde cero. Recuerda siempre que la vida constantemente te presentará infinidad de problemas, y ante ellos solo existen dos opciones. La primera es lamentarte todo el tiempo, sufrir y no conseguir nada de nada. La segunda es buscar todas las soluciones posibles, enfrentar la situación y continuar viviendo listo para superar nuevos retos.

Nunca te olvides que ser feliz, depende de cada y todas las decisiones que tomes día a día. Depende también de contar con la habilidad en saber sacarle siempre lo positivo a lo más horroroso que pueda pasarte. El truco está en la forma de cómo tu mente vea la vida, por eso, ser feliz solo depende de ti y de nadie más.

Consigue que el 2015 sea un año en el que cuando nuevamente te sientes en diciembre, pongas la música que más te guste y te tomes un buen trago contigo mismo, estés demasiado orgulloso, muchísimo más fuerte y con más ganas de seguir creciendo en todo sentido. Despide este año con alegría porque una nueva y emocionante película de tu vida está por comenzar. ¡Haz que sea la mejor!

Feliz 2015 para cada uno de ustedes y hasta el próximo año (si Dios quiere)