El último martes presenté el Proyecto de Ley N° 1595 que busca cambiar la fecha de elección de los parlamentarios a fin de que los peruanos tengamos más elementos de juicio para decidir a quiénes queremos tener como representantes en el Congreso de la República.

La propuesta no es nueva, una parecida viene siendo aplicada con éxito en Francia, en donde una búsqueda de mayor gobernabilidad al Poder Ejecutivo hizo que desde el año 2001 las elecciones parlamentarias se den de manera posterior a las presidenciales. Asimismo, especialistas como Fernando Tuesta y la ONG Transparencia ya la habían planteado desde hace algún tiempo. Incluso, durante el período parlamentario 2006-2011, se presentó un proyecto similar que fue finalmente desestimado por la Comisión de Constitución.

Así pues, en un contexto en donde se discute la reforma electoral, considero necesario plantear esta alternativa para debatir la conveniencia de seguir contando con Poderes Ejecutivos con poco respaldo en la representación nacional.

Sin embargo, debe quedar muy claro que el proyecto no busca afectar el importantísimo y necesario rol de fiscalización y de control político del Parlamento. No olvidemos que, para presentar mociones de interpelación o de creación de comisiones de investigación, no es necesario contar con una mayoría.

De este modo, la “simultaneidad” no ha probado ser ni indispensable ni perfecta. Recordemos sino que, cada 5 años, la gran mayoría de peruanos vota sin conocer a fondo las propuestas de sus candidatos. Por tanto, estoy convencido de que esta prórroga nos permitirá decidir mejor a todos los ciudadanos y, a la vez, consolidar la gobernabilidad de nuestro país.