Hace poco la congresista de izquierda Isabel Cortez firmaba una moción de vacancia en contra de la presidenta Dina Boluarte y la llamaba en sus redes sociales “encubridora” de violadores de derechos humanos. Sin embargo, ayer esta misma legisladora no tuvo problema alguno en recibir la Orden del Trabajo de manos de la mandataria y posar con ella muy sonriente, lo cual deja muy en claro lo “consecuente” que puede ser esta señora.

Qué dirá la gente de izquierda al ver a una de sus “referentes” en el Congreso, aceptando un reconocimiento de Boluarte, a quien no solo quieren ver fuera del poder, sino en la cárcel por el delito de genocidio. Se ha dejado “conquistar” por un diploma y una invitación a Palacio de Gobierno de parte de quien hasta hace poco era casi un monstruo para los camaradas.

Lamentablemente, esta es la “consistencia” de nuestros políticos, especialmente de los de izquierda. Ideología y principios, cero. Solo conveniencias y gusto por la figuración. Pura hipocresía.

¿La señora Cortez se atreverá a sacar cara por alguno de los fallecidos durante los días violentos de principios de año que la izquierda atribuye de forma personal a la mandataria? Seguro que sí, a esta gente no le entran balas. Ya encontrará algún pretexto para justificar su doble rasero.