Mientras el Poder Judicial realizará hoy una audiencia pública para resolver el pedido de 18 meses de prisión preventiva formulado por la Fiscalía contra el expresidente Alejandro Toledo, continúan las noticias desalentadoras en materia económica, principalmente, como consecuencia del escándalo de los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
Las proyecciones de agentes nacionales e internacionales apuntan a la baja. Hace poco Moody’s pronosticó que el crecimiento económico del Perú para 2017 sería de 3.7% y no 4.5%, como había anunciado en primera instancia. El BBVA sostiene que se crecerá en un 3.5% y la Cámara de Comercio de Lima en un 3.6%. Todas las evidencias sostienen que las cifras serán menores a las del año pasado y lo que causa alarma es la aparente aguda desconfianza del sector privado. Debido a esto, es preocupante que la expectativa por la inversión privada sea mínima.
El Gobierno necesita un buen manejo político en este panorama intoxicado por el caso Odebrecht. No debe incurrir en el sistema de imponer consignas y lanzar culpas y golpes al del costado, lo que lejos de solucionar, agrava el problema. El presidente Pedro Pablo Kuczynski y sus ministros deben demostrar además su capacidad técnica para abordar con rigor los grandes retos ante los desastres naturales en todo el país. Más de 3500 hectáreas de cultivos afectadas, más de 600 kilómetros de carreteras destruidas y cerca de 170 canales de riego en mal estado conforman una realidad que requiere atención.