La UNESCO hace crisis

La decisión del gobierno de Donald Trump de apartar a EE.UU. como miembro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura-Unesco, constituye un golpe mortal para esta institución especializada de la ONU fundada el 16 de noviembre de 1945, con el exclusivo objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo a través de la educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones. Son parte de la Unesco todos los Estados miembros de la ONU y desde su creación ha liderado importantes cuotas de estudios sobre asuntos transversales en el desarrollo planetario, dedicados a la ciencia y la cultura en los cinco continentes. La salida de EE.UU. se traduce en la decisión de no aportar más al mantenimiento administrativo y logístico de la organización, siendo la partida de Washington una de las mayores. Las razones han sido adjudicarle a la Unesco un sesgo propalestino o, como ha referido el propio presidente estadounidense, en el sentido de que la Unesco tiene una marcada vocación antiisraelí. Le ha seguido en esta decisión el propio gobierno de Israel, que mantiene una alianza con EE.UU. desde 1948 en que surge como Estado por la Resolución 181 de la ONU que aceptaron en el acto, pero que los palestinos rechazaron en todo momento.

En los últimos 70 años, han existido proisraelíes y propalestinas, y eso tiene un rango de normalidad lógica porque los actores estatales del sistema internacional con derecho cuentan con la prerrogativa de decidir su soberana orientación. Las organizaciones internacionales, en cambio, siendo sujetos del derecho internacional producto de los esfuerzos estatales, no son soberanas porque dependen de los propios Estados que le han dado vida. Su autonomía debe conservar intacto el intrínseco carácter de imparcialidad y neutralidad que corresponde como sujetos con derechos y deberes en el marco del sistema internacional. Está claro que este es el tema central de la discusión que deberá resolverse cuanto antes, de lo contrario la Unesco podría entrar en agonía.