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Con el lema “Unidos por el bien del Perú”, el sábado pasado Arequipa ha celebrado el 12° Corso por la Vida y la Familia. Se ha calculado que ha participado alrededor del 20% de la población de esta ciudad, caminando por las calles de nuestro bello centro histórico entre cantos y otras muestras de júbilo por el don de la vida y la familia. Como dice el papa Francisco, la promoción de la vida y la defensa del no nacido “debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo” (GE, 101). Si la vida no es respetada y amada desde el mismo momento de su concepción, poco a poco deja de ser valorada en otros momentos de su existencia: la vida de los pobres, las víctimas de la trata de personas, los ancianos y enfermos, como también nos lo recuerda el Papa y lo vemos con frecuencia.

La familia es el lugar por excelencia para la concepción y cuidado de la vida en todas sus etapas y circunstancias. Según la Encuesta Mundial de Valores 2008, de reconocido prestigio académico, el 89.7% de la población considera a la familia como lo más importante en sus vidas (Boletín DSI, n° 20). En Arequipa, según los resultados de una encuesta publicada en el 2016 por el profesor Federico Rosado, el 92% de los jóvenes de 18 a 20 años de edad pertenecientes al sector socioeconómico C de nuestra ciudad considera que la familia es importante en la formación de la persona, y el 74% considera que la falta de uno de los progenitores en el hogar afecta la vida de los hijos. Por tanto, como también ha dicho el papa Francisco, la sociedad y el Estado tienen la gran responsabilidad de fomentar políticas que permitan a los jóvenes realizar su proyecto de formar una familia y contar con un hogar (AL, 43 y 44).