GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

El TC es un organismo que ha venido siendo infiltrado por abogados de la cofradía caviar. Su activismo político los ha llevado a anular el voto determinante en una resolución anterior del propio TC (con otra composición), dejando sin efecto los alcances de una sentencia con calidad de cosa juzgada obtenida por 23 marinos que participaron en el debelamiento del motín protagonizado por terroristas de SL en el penal El Frontón.Su objetivo primordial en el caso El Frontón es que no prescriba y siga su curso hasta condenar a los debeladores del motín y, posteriormente, incluir en el proceso al almirante Giampietri y al expresidente García, en evidente conjunción con los intereses de las ONG que siempre han patrocinado a subversivos de SL y el MRTA.Pero dicho empeño no es nuevo. El colegiado anterior del TC (2008) contó también con tres magistrados caviares que, en una causa de hábeas corpus (Exp. 3173-2008-PHC) también sobre El Frontón, admitieron de manera irregular un recurso de agravio constitucional contra una sentencia estimatoria de HC, cuando el artículo 202° inciso 2) de la Constitución señala que solo procede este recurso contra sentencias denegatorias. En ella pretendían pronunciarse sobre la calificación de lesa humanidad para impedir la prescripción ganada por el procesado. Dicha acción no prosperó, por el voto en contrario de la mayoría, bajo la presidencia precisamente de Vergara (aquel a quien han anulado su voto), que impidió su consumación.El colegiado actual ha elegido como su nuevo presidente al magistrado Blume, en un proceso poco transparente que no ha estado exento de probables componendas para repartirse el ejercicio de la presidencia, lo que resulta incongruente con una real institucionalización del TC. Urge, por tanto, cambiar su actual composición, que no garantiza imparcialidad en sus decisiones.