Es una maravilla, de no creerlo. Piura, como otras ciudades del norte, ha sido invadida por legiones de operarios de maquinaria, en la ciudad, en el campo y en las carreteras. Miles de obreros e ingenieros están concentrados día y noche (porque hasta durante la madrugada trabajan) para construir nuevas pistas y veredas, autopistas con alcantarillas. 

El drenaje pluvial es un éxito, nunca más lluvias con cuencas ciegas e inundaciones. Ya no falta mucho para terminar, para que no quede un solo metro de las pistas destrozadas que dejaron las lluvias. Qué alivio para conductores y transeúntes, finalizó el calvario de los huecos y baches. En otro frente, volquetes, cargadores frontales y motoniveladoras se encargan de ampliar la caja del cauce del río. 

Así lleguen 5 o 6 mil metros cúbicos por segundo, la ciudad no se volverá a inundar. Se han reforzado las defensas, los diques se prolongan hasta el Bajo Piura, devolviéndole la tranquilidad a los campesinos que fueron afectados por los desbordes. Tenemos nuevos puentes para descongestionar el tráfico. Las ciudades de Piura y Castilla lucen limpias, sin polvo ni desmonte, sin papeles ni plásticos y otros basurales porque los servicios de baja policía de ambos distritos son impecables. Varios docenas de carros recolectores y obreros de limpieza recorren las calles ante el asombro de la población. 

La mano de obra intensiva que ocupa la reconstrucción ha ayudado a la desaparición de la delincuencia. Hoy es difícil y caro conseguir un albañil o mano de obra especializada en construcción. El gobierno central no ha negado un solo sol para todo lo que se ha necesitado, y encima, el control anticorrupción ha sido impecable. Tanto así que algunas instituciones civiles están planeando proponer un gran reconocimiento al gobernador regional y a varios alcaldes y sus asesores, porque han cuidado con extremo celo cada moneda invertida. Todo fueron calumnias para desacreditar a nuestras autoridades. Que vengan todos los Niños que quieran, ahora sí estamos preparados para recibirlos.