Váyanse de una vez, por favor

No diré nada sobre cuestiones constitucionales, no seré tan ignorante como los becerriles o mamanis del Congreso, pero si de algo estoy seguro es de que esa no es la nuez, como está de moda decir. Ver aferrarse a lo legal o constitucional a los que siempre han sido fanáticos del abuso y atropello, de las trampas y pactos turbios, es suficiente para sospechar que esa no es su preocupación verdadera. 

Lo que diré es que ese espectáculo de ayer, hasta la hora en que se escriben estas líneas, no nos lo merecemos los peruanos, aunque seamos los que los hemos elegido para ponerlos en el Ejecutivo o en el Legislativo.

Un país a punto de regresar a la recesión, con una economía semiparalizada por la inestabilidad política. Una nación con anemia y niveles de pobreza que todavía reclaman esfuerzo presupuestal, con niveles altos de crimen e inseguridad, con la más baja inversión en educación y cultura.

No es posible entonces que, bajo esta realidad, la clase política, que debería estar gobernando para conducir al país por rumbos que reviertan esta situación, se porte así. Pero no. Están ocupadísimos en una lucha por el control del poder de las instituciones de gobierno porque en ello se les va la vida, la libertad; mejor dicho, la verdad es que el respeto a la Constitución les importa un rábano.

Nunca he visto más desconectados de la realidad nacional, y del sentir de los ciudadanos, al Gobierno Central y al Parlamento, que con estos especímenes que disfrutan de unos de los mejores salarios que se pagan con el sudor de nuestro trabajo. 

En cada uno de estos sueldos se va esa incubadora que necesita esa posta del barrio donde mueren niños prematuros, se va un mejor salario para ese maestro que se esfuerza por educar ejemplarmente a nuestros hijos, para ese policía que es acribillado por la delincuencia. Por estos contrastes es que la gente quiere que se vayan todos, de una vez. No sabemos si los que vengan sean mejores o peores, ese será otro problema. De momento necesitamos no volverlos a ver, por nuestra salud mental.