La propuesta de Roque Benavides de priorizar la atención a las zonas afectadas por los desastres naturales en vez de organizar los Juegos Panamericanos ha servido para poner de manifiesto que el gobierno de Kuczynski no tiene las cosas claras en lo que a prioridades se refiere. Parece banal y frívolo organizar los Juegos en Lima en estas circunstancias. Hace mal PPK al decir que tener que suspender la organización de los Juegos sería una tragedia. La verdadera tragedia es la que viven hoy miles de damnificados y pobres del Perú. Gastar más de 4000 millones de soles en los Juegos Panamericanos en un país que es golpeado fuertemente por un desastre natural y en el que, además, la salud y la educación pública no atienden bien a la población parece una broma de muy mal gusto. El colmo de la extravagancia lo evidencia el hecho de que desean construir uno de los polideportivos en el distrito más exclusivo y caro de Lima, una señal más de lo desconectados que están de la realidad o de la visión que tienen del Perú y de sus necesidades más urgentes.Lo que ha permitido la comparación es que abramos los ojos a lo que realmente se hace desde el Estado con el dinero de todos los peruanos. Es hora de tomar posición, demandar un cambio al Gobierno y también de colaborar haciendo un llamado al empresariado a apoyar a los damnificados.Al cierre de esta edición, los desastres se han extendido desde Tumbes hasta Arequipa.