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De los cinco puntos de la discordia entre el Ejecutivo y la Comisión de Constitución que encabeza la congresista Rosa Bartra, hay uno que no resiste mucho análisis, digámoslo así, salvo para la parlamentaria de Fuerza Popular. Esto es sobre la prohibición para que postulen candidatos con condena de 4 años de pena a más en primera instancia.

Suena lógico que los partidos no pongan en su abanico de posibilidades a postulantes con rabo de paja en el Poder Judicial. Sea o no en primera instancia, llevar a una persona con un proceso judicial abierto ya genera un olor hediondo en la lista.

Sin embargo, Rosa Bartra es más papista que el papa y dice que la presunción de inocencia es lo primordial, y mientras no haya una sentencia consentida no pueden negarle la posibilidad de postular a nadie. ¿Algún interés en postular a procesados para el 2021?

Es un argumento parecido al de la Subcomisión de Levantamiento de la Inmunidad Parlamentaria, que trató con guantes de seda al legislador de APP Edwin Donayre. Con una condena en primera instancia, siguió en el Congreso hasta que se fugó.

Entonces, sabemos qué clase de candidatos nos quiere presentar Fuerza Popular en las próximas contiendas electorales. Si todos tienen condena en primera instancia, no se preocupen, son inocentes hasta que una sala diga lo contrario. Son dignos de postular. ¿Por qué no esperar a que solucionen sus problemas? ¿No hay más gente digna?

Ahora todo encaja. Entiendo cómo es que Pier Figari, uno de los asesores de Keiko Fujimori para reclutar a sus candidatos, buscaba a sus postulantes. De ahí Yesenia Ponce, Moisés Mamani, entre otros impresentables que gracias a su inmunidad parlamentaria no pueden afrontar un juicio como cualquier mortal.

No sé si los electores de Bartra piensan como ella; pero, si la política peruana urge de una fumigación, ya sabemos por dónde deben empezar. Sin embargo, hay personas que creen que el Congreso es el desagüe del patio trasero de un callejón.

No creo que haya gente que vote por procesados para representarlos en el Legislativo. Aun así, doña Bartra ya desechó esta idea y piensa que el Ejecutivo se equivoca al desamparar a los inocentes. Caray, ni la virgen de Las Mercedes, patrona de los reclusos.