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Al cumplirse un año del desborde del río Piura, que afectó el centro mismo de la ciudad y las zonas bajas, comenzando por el distrito de Catacaos, el presidente Martín Vizcarra ha estado en la zona y ha dicho lo que muchos peruanos sabíamos: que se ha avanzado poco en las tareas de reconstrucción anunciadas con bombos y platillos apenas las aguas y el barro comenzaban a secarse en medio de la tragedia de miles de personas.

Con estas palabras, el Mandatario lanza una crítica a su antecesor, por lo que se entiende que hacia adelante las cosas cambiarán. En ese sentido, es positivo que el Presidente haya hablado ayer de hacer un cronograma de las obras a ejecutarse y que los piuranos sepan que él personalmente volverá a la zona para comprobar que en efecto las cosas se han hecho. Parece que ahora la reconstrucción va en serio.

Es urgente que la administración del presidente Vizcarra corrija esta situación y deje atrás la ineficiencia y la indiferencia que han caracterizado a la reconstrucción, que se supone debía ser una de las prioridades del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, el cual no podrá culpar al Congreso o a la oposición de haber frenado su labor, pues desde un inicio todos tuvieron muy clara la necesidad de reponer los daños dejados por el llamado fenómeno El Niño costero.

Ayer el Mandatario ha estado en Cura Mori, una de las zonas más afectadas, y ha constatado la situación de los casi 5 mil damnificados que permanecen en el albergue “temporal” Nuevo Santa Rosa, en el kilómetro 980 de la Panamericana Norte. Ahí está el verdadero drama que se inició en la vida de estas personas una vez que las aguas del río Piura se llevaron sus casas y sus sembríos. ¿En un año no hubo forma de asistirlos mejor?

La reconstrucción del norte del país y parte del este de Lima, así como la salud, la educación y la inseguridad deben ser la prioridad del presidente Vizcarra y de todo el Estado, incluyendo el Congreso. Las autoridades deben entender que, antes que para las broncas del día a día, han sido puestas en cargos públicos a fin de trabajar por el bien de los ciudadanos de a pie, que quieren ver las soluciones ofrecidas desde hace mucho tiempo.