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La situación judicial del suspendido gobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón, y del suspendido alcalde de Huancayo, Henry López, mantuvo en vilo a la gran mayoría de la población de esta parte del país.

La expectativa se centraba en los últimos días en saber si ambos personajes políticos afrontarían en libertad su proceso de apelación de una sentencia en primera instancia por negociación incompatible. Ayer la Sala de Apelaciones determinó que Cerrón continúe internado en el penal de Huancayo hasta que se decida su suerte en segunda instancia. Lo perjudicó la calidad de prófugo de Henry López, quien se encuentra no habido desde el 6 de agosto, cuando se dio la sentencia de 4 años y 8 meses de prisión para ambos.

Días antes, cientos de simpatizantes de Cerrón y militantes de su partido, Perú Libre, realizaron marchas y vigilias a favor de su líder, a quien consideran inocente. Todos aseguraban que saldría libre.

Este panorama complica también a la izquierda nacional. Perú Libre tiene inscripción ante el JNE y está listo para participar en las próximas elecciones generales. En mérito a eso, coordina con Nuevo Perú y Juntos por el Perú para concretar una alianza electoral. En las últimas semanas, los dirigentes de estos partidos se han reunido en Lima para darle forma a la unidad planteada desde comienzos de año por Vladimir Cerrón en el evento "Voces del Cambio”, en el que estuvo junto a Verónika Mendoza, Walter Aduviri y Gregorio Santos.

Con Cerrón en la cárcel, no solo serán más difíciles las labores de coordinación del frente, sino que la imagen de una nueva izquierda con valores, honesta y transparente podría quedar en entredicho.

Los días siguientes no solo serán cruciales para Cerrón y su partido, sino también para la izquierda nacional.